Balú es un perro genial, me lo llevé al monte y fue un espectáculo ver como se lo pasaba olfateando y siguiendo rastros al mismo tiempo que estaba pendiente de mi para no quedarse atrás. Además él y su compañera Nika son la pareja perfecta son muy sociables y obedientes. Sus dueños son super simpáticos y da gusto encontrarse con dueños que cuidan y se preocupan tanto de sus peluditos. Estaré encantada de volver a cuidarlos en otra ocasión!