Cuidar de Bamba ha sido todo un reto por el miedo que tiene a las personas desconocidas. Es miedosa pero muy buena, así que con un poco de paciencia y un buen paseo conseguimos hacernos con su confianza y recibir el cariño que da cuando se siente segura. Sara fue puntual y la comunicación fue muy fluida. Repetiría sin dudarlo :)