Bart es muy tranquilo y bueno y sobre todo muy cariñoso. Aunque como todo cocker tiene su carácter. Tiene ansiedad por separación y procuramos no dejarlo solo porque sufre mucho. Le encanta pasear, jugar con la pelota, comer y por supuesto dormir. Le dan miedo los niños pequeños y bebés, y en ocasiones les ladra o gruñe, con lo cual no dejamos que lo acaricien cuando no se conocen.