A sus ocho años, Coque solo busca tranquilidad y un poquito de cariño en casa. Tanto sus papis como yo creímos que se encontraría más triste por la ausencia de estos durante los días de alojamiento, pero su reacción fue de lo más equilibrada! El primer día ladró porque escuchaba a los vecinos, pero después se acostumbró sin problemas y no ladraba más. Le encanta meterse debajo de la cama y estar todo el día tirado. Es un pequeño que no da ningún problema por la calle a la hora de pasearle, ya que, si por él fuera, sus paseos serían "bajar-pipi-caca-subir" 😂 es un señorito adorable y muy simpático 😍