¡Me supo tan a poco la estancia de Gaia! Es un placer y te da la vida cuando ves que todo, incluso lo más simple, lo quiere hacer contigo: jugar, dormir, ir detrás si te mueves de habitación o simplemente estar contigo aunque tú no estés haciendo nada. Estar en tu casa, que mires a tu lado y veas que Gaia está ahí quieta mirándote con curiosidad, te alegra el día! Ha sido super obediente y para otros cuidadores, la adaptación de Gaia no será problema. Ella mientras tenga algo nuevo que curiosear, es feliz. Cómo no comentar también lo encantadores que han sido en todo momento sus dueños. Han sido puntuales, han facilitado todo lo que estaba en sus manos para que yo consiguiera que se sintiese como en casa y además me contaban anécdotas graciosisimas de Gaia. Totalmente recomendados para ser clientes de nuevos cuidadores 👍🏻👌🏻