Cuando un animal del calibre de Gobo, en grandeza de alma, comunica contigo de la manera que el aprendió desde que llegó hace 12 años al mundo, te das cuenta de lo tanto que aprendes estando con él y de lo mucho que te falta para saber que, él, es un perro especial y que, sabe más de nosotros que nosotros mismos. Fue un placer descubrirte y ver quien eres. Nuestro querido Gobo.