¡Qué puedo decir de Gunila! Es una campeona, una perrita preciosa de 17 años que no da trabajo ninguno. Solo necesita cierto control de su comida y su medicación, y el resto ni te enteras de que está contigo, porque es buenísima. Gracias a su dueño Jesús y su mujer (en encanto los dos), por haberme confiado su cuidado. ¡Hasta la próxima!