Kenya es muy sensible a los sonidos fuertes e inesperados: truenos, petardos, fuegos artificiales, explosión de globos... y de un tiempo a esta parte la ponen nerviosa.
Es una perra familiar que está acostumbrada a estar con nosotros todo el tiempo dentro de nuestra casa. No soporta verse sola y encerrada en un recinto porque nunca ha estado en esa situación.
Es muy enérgica y le encanta salir a pasear y jugar con una pelota, su auténtica perdición. Parece no tener nunca suficiente, por mucho tiempo que lleve corriendo tras la pelota.