Ufff... un perro cariñoso, para nada agresivo, pero completamente descontrolado y muy territorial: destrozó todo dentro de casa y todo en la terraza. Marcó territorio haciendo pipí en mi cama e incluso en el comedero de mi perro. Entre las cosas que destrozó: las telas sobre el sofá, el sofá (los cojines del asiento destrozados), el delantal, una toalla, unas zapatillas, parte del toldo, una silla y una mesa de la terraza, el saco de pienso, el mueble del recibidor, el cesto de la ropa sucia, la colcha de la cama... Y pasea estirando con fuerza. No lo recomiendo a ningún cuidador. Además, la dueña me hizo culpable a mi de los destrozos, diciéndome que tenía que haber atado al perro en la terraza. Una muy mala experiencia que me creó estrés.