Lexa es un cruce de galgo, una perra muy, muy, muy cariñosa, tímida al principio pero luego es todo un show.
Se lleva muy bien con los perros, a no ser que sean muy invasivos con su espacio vital, es algo tímida y necesita ir poco a poco. No es nada agresiva.
Es un perro que requiere muchísima atención, ya que a pesar de que es muy educada y paciente, sufre de ansiedad por separación. Se queda sola muy pocas veces, por lo que si la dejamos con alguien que no conoce, pedimos que por favor nunca se quede sola (por su bien y por el de vuestra casa).
Es una come-basura nata, lo lleva en la sangre, es su pasión, así que es mejor mantenerla alejada de los cubos y en general de la cocina o la zona donde esté situada.
Le gusta dormir en nuestra cama, con la cabeza en la almohada y bien tapada con la manta, el edredón y la sábana, y ahí duerme toda la noche. Comprendemos que esto no le gusta a todo el mundo, también se conforma con los pies de la cama o su propia cama, pero bien arropada con sus mantitas, que es bastante friolera la niña.
En fin, es un ser maravilloso, os vais a enamorar de ella y jamás nos la querréis devolver (pero lo tendréis que hacer).
Ah, tiene un pequeño TOC, se muerde la pierna y lloriquea, su veterinario está informado, pero no se puede hacer mucho por ello, es especial.