Mel se portó genial. Está educado, le gusta salir a pasear y es obediente, en casa se porta muy bien, no rompe ni estropea nada; además es muy cariñoso y se llevó genial con el resto de nuestros perros, tampoco tuvo problemas con la gata, sólo sentía curiosidad. Estamos muy contentas de haberlo tenido en casa como uno más de la familia estos días, Mel es un mimoso y nos ganó en seguida.