Un auténtico cielo de perra. Es tímida y algo miedosa al principio, pero poco a poco va cogiendo confianza y empieza a mostrar su lado juguetón y cariñoso. El segundo día ya estaba en su salsa con mi perra y conmigo, y la convivencia con ella ha sido una gozada: muy dulce y tranquila, se lo ha pasado en grande buscando bichos en el jardín o jugando con mi perra, el resto del tiempo se echaba en su cama y ni se le oía salvo que yo fuera a hacerle carantoñas. Exige poco pero agradece mucho, lo dicho, una maravilla de perra, la echaré de menos!