Opari es un pastor vasco, me lo regalaron con tan solo un mes, así que ha vivido con nosotros ya 5 años. Está perfectamente educado, es muy tranquilo, pasota ante otros perros, nada broncas y al igual que Beltza, su "hermana adoptiva", después de su actividad matutina (paseo) es tranquilo todo el día. Tanto Opari como Beltza tienen la alimentación racionada en 2 tomas, mañana y noche.