Pancho es muy asustadizo de perros y personas por lo que los primeros días fue un poco difícil llamarle y que viniese, ponerle la correa, etc. Pero cuando se acostumbró, es un placer tenerlo: es muy cariñoso y le encanta jugar. Nunca se pelea con otros perros ni ladra. Lo volvería a cuidar encantada en cualquier momento.