Pas es un perro muy bonito y juguetón, pero no está adiestrado. No deja de morder, y aunque sea para jugar, un perro tan grande que “no hace caso en absoluto” -palabras de su dueño- no hace ninguna gracia. Ha saltado a gente en la calle y me ha hecho daño. Lo tuve que llevar a una residencia canina por estos motivos.