Pucho es un perro muy noble y muchísimo menos cabezón de lo que suelen ser los de su raza. Aprende muy rápido y una vez se le marcan los límites los respeta. Se portó muy bien. Es listo y respetó a Max en todo momento, 13 años son ya demasiados como para que mi abuelete esté por muchos juegos. Me habría gustado que comiese un poco más de lo que comió, pero imagino que estar en un lugar desconocido le cambia el apetito. Aquí estaremos siempre que nos necesite.