Sam

Husky Siberiano

Sam es un magnífico ejemplar y además tiene la suerte de tener un dueño también ejemplar, Manuel. Le gusta jugar y que le acaricien y lo acicalen. En casa jugamos a hacer un trineo con el correpasillos de nuestra hija, y tiró con cuidado, cuando por instinto se habría ido corriendo hasta el polo norte. Tiene un lado oscuro a la hora de las comidas, y ha hecho alguna trastada, pero que no ha pasado a mayores, asi que en el fondo es noble aunque le pierdan detallitos como ese currusco de pan que me olvidé en la encimera mientras quitabamos la mesa. Hay que ser muy disciplinado, dedo en alto, con su ritual de su comida (espera delante del cuenco al comando) y muy cuidadoso con que no queden restos de comida de las personas a su alcance. Además hemos practicado en el metro y a pesar de que le molesta el bozal y el calor, se ha portado genial, siendo la admiración de todo el personal porque es un perro guapo, guapo. Manuel y Sam: gracias por la confianza. Ha sido una experiencia genial.

Manuel, el dueño de Sam, reservó un paseo para que hiciésemos una toma de contacto, según instrucciones de Gudog. En la calle a Sam le encanta andar, al paso más ligero posible. Si hay cuesta arriba, mejor, empieza a tirar como una locomotora. Tiene preferencia por la hierba fresca, y no le interesa saludar a otros perros. También lo he soltado en un recinto seguro, y ha podido dar unas carreras, encantado, a pesar de que no es tonto y en seguida se ha dado cuenta de que no tenía a dónde ir, con pelota he conseguido mantener el interés un poco más tiempo. Por su raza, y el clima de madrid, hay que llevarle agua al paseo, o un cuenco para llenar en la fuente, ya que del chorro no le gusta beber. Con Sam, el super paseo está garantizado, gracias!