Debe llevar el collar isabelino puesto porque en pandemia cogió la costumbre de morderse el lomo, hasta el punto de tener que operar por las heridas que se hizo. Esporádicamente, puede tener ataques epilépticos, y bastaría con estar con ella acariciándola hasta que se relaja y se le pasa (suelen tardar entre 5 y 10 minutos en volver a estar bien).