El grandullón de Tango estuvo casi una semana conmigo y no dio ningún problema, diría que ha sido uno de los mejores perros que he tenido que cuidar. Además es super mimoso y juguetón y a pesar de tener las patitas un poco débiles al caminar por ser viejito, le gustaba correr para atrapar palos junto a mi perro. No tengo más que buenas palabras para él, ¡repetiría mil veces la experiencia!