Ha sido una experiencia magnífica. Thor es un ejemplar de pastor alemán como poco he visto de bello, la foto no hace justicia, es aún más espectacular. Pero además, es una criatura increíble que se hace querer. De carácter dócil y equilibrado, tiene mucha energía, que requiere mucho juego físico y paseo. Es un placer pasear con él por la calle; camina a tu lado y no muestra en absoluto agresividad ni con personas ni con otros perros. Eso sí, tienes que acostumbrarte a que la gente se te quede mirando y te pare para admirarlo. Tiene excesiva fijación por los gatos (sobre todo en la calle); los tres días que ha estado conmigo ha convivido con gatos e hizo buenos progresos; es cuestión de dedicarle algo de tiempo a desensibilizarlo. ¡Sólo tengo palabras de agradecimiento para su propietaria Rocío por confiar en mi y darme la oportunidad de disfrutar de Thor!