Ura estuvo poco tiempo en casa. A pesar de estar con ella, ofrecerle distracciones y salir a pasear varias veces, Ura lloraba mucho en la puerta de casa y en la entrada dónde la habían dejado los dueños. Grabé un vídeo para ellos de su comportamiento. Ura estaba sufriendo con ese cambio y no podía seguir sufriendo un día entero. Los dueños vinieron, les enseñé el vídeo y les recomendé que preguntasen y la grabasen cuando se quedaba sola en casa, además de consultar con un educador ya que su perro sufría demasiado el hecho de no verles.