Es un amor de perro, es atento y empatiza con tus emociones. Sabe comportarse en un piso, es muy atento a no tirar nada, cosa admirable debido a su gran envergadura. Muy delicado con perros pequeños, y muy paciente con los más pesados, que siempre quieren juego (como mi Yorkshire). Hace sus necesidades en la calle. A la hora de sacarlo a pasear, tira de la correa bastante porque es muy ansioso, pero una minucia despreciable comparado con el cariño y amor que nos ha dado en estos días a mis perros y a mí. Repetiría sin duda, y el dueño Pablo, un encanto.