Atila es estupendo. Tiene mucha energía y le encanta correr, pero también es muy obediente y sumiso. Se lleva bien con todos los perros, pero le molestan los ladridos innecesarios de otros y también se excita fácilmente cuando vamos a salir de paseo o con la comida. A veces no se da cuenta de lo grande que es o lo fuerte que menea el rabo. Sus dueños Jorge y Alba me dieron un bozal porque al parecer le encanta comer piedras pero la verdad es que jugábamos tanto cuando salíamos al campo que nunca le vi comiendo piedras, así que yo creo que si se mantiene distraído esto no es un gran problema. Lo tendríamos otra vez encantados.