Quqo es el afán de protagonismo hecho perro. Le encanta que le miren, que le hablen, que le digan lo guapo que es, eso si, nada de parar en un mismo sitio más de un minuto porque siente que se le va la vida y necesita moverse, quizá porque al nacer no tenia movilidad en sus patitas traseras y se prometió a si mismo que no volvería a parar mientras estuviese despierto nunca más.