Como buenos perros pequeños, tienen espíritu de perros grandes, por lo que le echan la bronca a los grandes. Nunca se han metido en peleas. Rayo es muy sociable con las personas y le encantan los niños y jugar a la pelota, con ella es posesivo, por lo que cada vez que veo un perro que se acerca le guardo la pelota. Chico es adoptado, a sido un perro maltratado y no confía en las personas mucho, aún estamos trabajando en miedo y sus inseguridades, lleva un año conmigo y a aprendido a jugar con juguetes, por que no sabía, a tener un hermano en casa y a convivir con aves. Poco a poco está dando pasos para que sus miedos se vayan.