Todo genial con Trosky, es muy cariñoso y le gusta estar cerca de la gente. EL primer día le dejamos dormir al lado de la cama ya que estaba algo intranquilo de estar en una casa que no es la suya y venía todo el rato a vernos a la cama. La primera vez que le dejamos solo una horita se puso a ladrar pero fue el primer día, el resto de días no ladraba. Volveriamos a repetir con Trosky.