Winki apareció en un contenedor de basura, se ha criado conmigo desde pequeño y con mis otras dos perritas mayores, que ya fallecieron. Es un buenazo y le encanta dormir. Recibe y respeta a cada perrito que viene como si fuera uno más de la familia. Está siendo educado como perro de Terapias Asistidas. Tiene ansiedad por separación por lo que no puede quedarse solo.