La picapleitos. Así debería llamar a Xira, una enana que llegó también a través del abandono a mis manos; cuando era una bebé.
Vive actualmente con Golfo, con el que ha pasado los últimos cuatro años.
Ella era de mi padre, y por cosas de la vida, acabó de nuevo en mis manos. Ella es un amor de perra, aunque siempre que puede me la lía un poco... jaja.
Son cosas de perros... :)