Kaiser estuvo en casa durante unas horas por el día. Un perro de lo más tranquilo, cariñoso y muy educado. Tuvo mala suerte y estuvo en una perrera no muy cuidado a lo largo de 6 años, gracias a sus maravillosos dueños, Kaiser tuvo una segunda oportunidad. Por ello, eternamente agradecido, no duda en dar lo mejor de él.