Rudolf ha sido uno de los nenes que con más cariño hemos acogido. Por su carácter cariñoso, afable, tranquilo y juguetón y su calma, nos ha gustado mucho tenerle y de hecho, nos ha costado acostumbrarnos a no tenerle en la puerta recibiéndonos, al entrar. Un placer cuidar de él, de verdad. Ha sido un placer.