Recogido con dos semanas y una infección horrorosa en la patita derecha trasera, Solano llegó a nuestra familia en 2009. Cariñoso, con mucho carácter, amamantado a biberón y con una ''infancia'' dolorosa por su operación que le dejó con 3 patitas.
Ahogaron en un bidón de agua a toda la camada, Solano pudo sobrevivir y fue escondido por su madre.
Su nombre se debe al viento caliente de levante que sopla en Osuna y, además, cuando era chiquitín y le dolía la patita, soplarle en la carita le tranquilizaba.
Vive en casa de mis padres ya que actualmente trabajo hasta las 17h y no recibiría los cuidados necesarios.