Taifu, fue una experiencia gratificante, puesto que hacia muy poquitos días que había sido adoptado por Samuel. Tuvo que dejarlo de urgencia y el perro estaba un poco asustado con el lugar y con todo lo que le rodeaba. Los perros son muy listos y en una o dos horas ya estaba más relajado. Al día siguiente jugaba y me seguía a todos sitios. Solo hay que ofrecerles cariño, juego y comida! Como todos, me dio pena que se fuera.