Thorin

Beagle

Thorin vino siendo un cachorro, aún con el cambio de dientes y en plena etapa de socialización. Al no tener todas las vacunas, sus necesidades las hacía en los periódicos que coloqué en una zona de la casa. Por el cambio de dientes, la necesidad normal de morder, me llevé unos cuantos recuerdos, pero siempre intentaba que mordiera un juguete en lugar de las manos. Curiosamente estuvo en las fechas de San Juan, una fiesta que destaca por los petardos y el potente olor a pólvora. Creo que fue bueno para él, porque al tener justo esa edad, no tenía miedo de los cohetes, ni del olor, ni de ningún estruendo. Él estaba más concentrado en jugar, perseguir una pelota o morder los periódicos. Un cachorro muy equilibrado y divertido. Cuando se cansaba de jugar, se quedaba dormido encima de cualquiera. Creo que se habrá convertido ya en un perro estupendo.