Hemos pasado un gran día con Alaska y nos hemos quedado con ganas de más. Desde el primer momento se ha portado fenomenal : es educada, respetuosa, tranquila, simpática y tiene muy buena energía. Al llegar a casa pilló sitio en el sofá y se quedó super a gusto tostandose al solete jejeje. El ritual de la cena es digno de los mejores linajes. Ella se tumba para disfrutar de su riquísimo menú con mucha tranquilidad, primero se estimula con el olfato y poco a poco se lo va comiendo saboreando y disfrutando cada bocado... Espectacular! Esperamos verte pronto!