Muy cariñosa aunque un poco asustadiza. Cuando la recogí de la calle casi ni se acercaba a nosotros pero ahora no puede vivir sin mi. Me persigue a donde voy solo que como todo podenco, cuando vamos al campo se vuelve loca cazando (aunque nunca ha cazado nada) pero se va correteando buscando cosas. Siempre vuelve