Es la segunda vez que cuidaba a Pindo y mis perretes se han alegrado mucho de verlo otra vez. Como siempre a estado muy juguetón y zalamero. Totalmente recomendado para cualquier cuidador. Lo malo ha sido que de dos veces que lo cuidamos en una le salieron unas ronchillas por la hierba o algo así, y la segunda después estuvo algo malito de la tripa (por un virus en teoría). En fin, lo que tiene de bueno lo tenemos nosotros de mala suerte con el.