Rifu es un grandullón maravilloso. Nada más traerlo Nieves, nos lo llevamos con nosotros de cena romántica y todo el mundo se quedaba asombrado de lo tranquilo que es. No se hace notar! Ni ladra, ni hace destrozos, ni molesta en absoluto. Todo lo que tiene de grande lo tiene de bonachón. Es un bombón al que echaremos de menos!