Es un perrín que cada día que pasas con él le vas cogiendo más cariño, porque es tan juguetón. Aunque es pequeño y tiene las patitas cortas, nunca se queda atrás en los paseos y está súper cuidado. Sus dueños te pasan al dejártelo una hoja para poder guiarte en su horario diario, para que no sienta mucho el cambio. Y cuando viene a casa es uno más de la pandilla, come muy bien y también es un santo a la hora de dormir. 😀
La dueña de Scooby Doo me dejó todas las indicaciones escritas en un papel sobre las costumbres del perrín, así que no tuve ningún problema. Además Scooby colabora a tope, puesto que es muy adaptable y siempre está dispuesto a ayudarte. Le gustan los paseos e incluso cuando se cansaba, se tiraba en la hierba 2 minutos, y en seguida estaba listo para seguir. Un campeón.
Scooby Doo es un perrito educado, un cuidador no tiene ningún problema en tratar con él. Es muy cariñoso y busca mimos. Obedece cuando le llamas y se adapta en seguida. Fue una semana muy tranquila teniéndolo a él en casa, porque encajó casi de inmediato. Además su dueña me puso por escrito todo aquello a lo que estaba acostumbrado, lo que facilitó mucho las cosas.