Taro es una criatura increíble, un perro noble, muy bueno, con las manías de los Beagles (lo olisquean todo, rastrean cada centímetro del jardín, ladran a cualquier cosa que les llame la atención...) pero es muy sociable con personas y con todo tipo de perros; muy paciente dirá yo, y cuando encuentra un compañero que le siga el juego de correr... no parará de jugar. Ha sido una experiencia muy bonita y gratificante cuidar de Taro, y ha enamorado a todo los que han pasado par casa estos días. Gracias Francisco por esta oportunidad y por tu confianza. Espero volver a veros!