He cuidado de Thor en dos ocasiones y ha sido estupendo. Es súper tranquilo en casa y le gusta mucho jugar con su pelotita. Todo lo que tiene de grandote lo tiene de cariñoso. No es consciente de su tamaño y aunque se hacía una rosquita en el sofá o la cama prácticamente la ocupaba toda. Sin duda estaré encantada de volver a cuidar de él en futuras ocasiones.