Ratoni, la perrita tras Perruedines

‘No son juguetes: piensan, sienten, sufren y aman. La ley, que admite su propiedad y la protege, ha de protegerlos también del abandono y el maltrato’. Con esta cita de Antonio Gala queremos dar paso a la historia de una perra que en los últimos días se ha convertido en toda una estrella de Netflix, la plataforma de streaming por excelencia, a raíz de su participación en la serie española ‘El Vecino’, protagonizada por Quim Gutiérrez y Clara Lago, que se estrenó el pasado 31 de diciembre.

En medio de una historia que narra las aventuras de Javier, un treintañero que adquiere poderes sobrehumanos de forma accidental y que se ve abocado a convivir con ellos, aparece un pequeño héroe que ha enamorado a miles de espectadores. En la serie se llama Perruedines, un nombre que hace alusión a la silla de ruedas que le permite desplazarse a pesar de su discapacidad, aunque en la vida real su nombre es Ratoni.

Sara de las Heras nos cuenta que Ratoni llegó hace cinco años a la clínica veterinaria donde trabaja como auxiliar, después de que una protectora la encontrara en una cuneta de un pueblo cercano a Benavente (Zamora). Su estado en ese momento era lamentable, con daños en la columna que facilitaron su recogida. ‘Nuestro primer objetivo fue salvarle la vida. Después de varios meses de recuperación y de mucho esfuerzo por parte del equipo, empezamos a evaluar su lesión’, explica Sara.

Como la protectora no tenía recursos para cubrir las pruebas y la cirugía que el animal necesitaba, ella misma la adoptó. ‘Ojalá pudiera volver a tener la posibilidad de andar, pero lo cierto es que es igual de feliz que el resto de perros. Los perros afrontan las cosas de otro modo, no se plantean los motivos por los que deben usar un aparato que el resto de animales no tiene’, añade.

Tras una larga recuperación, Sara y Ratoni empezaron a sentir una gran devoción entre sí, como si supieran cuánto iban a cambiarse la vida al unir sus caminos. Debido a su discapacidad, Sara tiene que estimularla manualmente varias veces al día para que la pequeña pueda orinar y realizar sus deposiciones. Después, dan un paseo juntas antes de que Ratoni se quede a cargo de su amigo Stuart mientras que Sara va a trabajar. Los fines de semana se suelen escapar al campo o a casa de la madre de Sara, a la que Ratoni sabe cómo conquistar para recibir alguna que otra chuche…

Entre las cosas favoritas de esta perrita está echarse en el sofá o descansar en su cama tapada con una mantita. Según Sara, ‘desde que ha vuelto del rodaje ha aprendido a ladrar para pedir comida a todas horas’. La pasión con la que habla de su compañera de vida es evidente: ‘Para mí no es ningún sacrificio tener que estimularla varias veces al día. Al final lo conviertes en una rutina y el resto lo vives como si fuese un perro más’.

Ahora volvamos a su reciente popularidad: ‘Ella no sabe que es famosa, pero cuando iba por el set de rodaje se sentía toda una estrella, saludando a todos con sus ladridos. Vivimos en un pueblo muy pequeño en el que ya la conoce todo el mundo’, explica Sara. Fue a través de un anuncio de Facebook como comenzó esta aventura. En él, se buscaba a un perro con discapacidad, pidiéndose algunas fotos y vídeos. Lo siguiente fue estar entre los cinco seleccionados para finalmente convertirse en la elegida.

Sus jornadas de grabación se llevaron a cabo en Madrid, donde estuvo al cuidado de Ana, la organizadora de casting de ‘El vecino’. ‘Ella la llevaba a cada rodaje, que normalmente realizaban en dos jornadas cortas semanales para que no se cansara. Hacía una escena y se iba a descansar al camerino en grabaciones que duraban unas tres o cuatro horas’, recuerda Sara.

‘Todo el equipo de la serie la trató como una reina, dándole mimos y ofreciéndole comida del catering’, explica. Además, en la serie siempre estuvo presente un veterinario para controlar que todo iba bien. La misma Sara pudo acudir a dos de las jornadas de rodaje, quedando encantada de cómo trabajaba el equipo. Si con alguien conectó especialmente Ratoni fue con la actriz Catalina Sopelana, que no dejó de cuidarla cada vez que podía.

Desde hace cuatro años, esta perrita ha encontrado en Sara su salvación y refugio definitivo, gracias a lo que hoy es posible que muchas personas se rían y sientan ternura con su papel en la serie de Netflix. Sobre la adopción de animales con discapacidad, Sara declara que ‘la gente no se imagina la oportunidad tan grande que le dan a estos perros. Normalmente se piensa que van a dar más trabajo o gastos por tener distintas capacidades, pero no es cierto’.

Ratoni (o Perruedines) es una oportunidad de ver a los perros con discapacidad como animales normales, cambiando la vida de aquellos que les cuidan y la suya propia. ‘Yo, sin duda, prefiero renunciar a muchas cosas para poder vivir junto a Ratoni cada día de su vida’, concluye Sara. Esa bondad es el único método posible para tratar con un ser vivo. Un latido a nuestros pies que lo cambia todo y nos querrá hasta su último día. En Netflix, el talento de esta perrita tan especial.