En cualquier momento, como ocurre a las personas, nuestro perro puede sufrir un accidente. Aunque lo más importante siempre es llevarlo al veterinario más cercano lo antes posible, es recomendable que todos conozcamos algunas técnicas básicas de primeros auxilios para perros que podrás usar según la gravedad del asunto si no tenemos un veterinario cerca en ese momento.
Lo primero que debemos hacer es valorar la gravedad del perro.
Temperatura
Lo ideal es que todo el mundo tenga un termómetro digital en casa, de uso exclusivo para perros (por aquello de que medimos la temperatura a los animales vía rectal). La temperatura normal de un perro o gato es de 38º-39º. Si su temperatura es más elevada, debemos acudir al veterinario lo antes posible.
Respiración
Si nuestro perro ha sufrido un accidente, es probable que su respiración esté alterada. (Por encima de 40 respiraciones por minuto). En este caso, debemos tranquilizar a nuestro perro, permanecer a su lado y transmitirles serenidad. No te alteres ni grites a su lado, ya que sólo conseguirás empeorar su estado. Él/ella buscará información de lo ocurrido en ti, y tú debes transmitirle en todo momento que todo está bien.
Si por el contrario no sabes si tu perro respira, debes, manteniendo la calma, acercarte a su pecho para ver si hay movimientos. Al menos debes contar 15 respiraciones por minuto. Por debajo de esos valores significa que el animal presenta bradipnea (dificultad respiratoria) y debe ser atendido inmediatamente.
Atragantamiento
Es posible que tu perro se haya tragado algún objeto, o algo esté obstruyendo sus vías respiratorias, incluso un trozo de comida.
Para ello, haremos una búsqueda dentro de su boca con nuestros dedos, de un lado al otro en busca de algún objeto.
Si nuestro perro está tosiendo le dejaremos que tosa todo el tiempo que necesite, ya que es la forma más efectiva de expulsar cuerpos extraños de nuestras vías respiratorias. Intenta no agobiarle ni alterarte, simplemente vigilar que sigue tosiendo.
Si nuestro perro ha dejado de toser y tenemos la seguridad de que tiene algo obstruyendo sus vías respiratorias y no podemos llegar con nuestros dedos, entonces es posible que tengamos que aplicar primeros auxilios para perros.
Maniobra de Heimlich en Perros
La Maniobra de Heimlich consiste en hacer saltar el objeto motivo de obstrucción hacia el exterior, a través de la boca. Antes de utilizar esta maniobra, debemos utilizar un par de técnicas menos “peligrosas”.
Primero tenemos que probar suerte utilizando la gravedad a nuestro favor. En perros pequeños, lo más fácil es cogerlos de las caderas y ponerlos boca-abajo. Normalmente, en un par de ligeras sacudidas el objeto saldrá. En perros grandes, haremos la misma técnica que con los perros pequeños pero sin sostenerle en el aire ya que debido a su tamaño nos será imposible y además podremos lastimarle. Para ello, cogeremos al perro de las patas traseras mientras mantiene sus patas delanteras apoyadas en el suelo, como si fuese una carretilla.
Si la gravedad no funciona en ninguno de estos casos, podemos dar 5 palmadas interescapulares (entre los dos hombros) a nuestro perro, como se indica en la figura F del cuadro. Estas palmadas deben ser más bien golpes secos con la parte baja de la palma de nuestra mano.
Si el atragantamiento persiste, realizaremos la Maniobra de Heimlich como lo hacemos con las personas. Pegaremos nuestro pecho a su espalda lo más que podamos, e incluso mantendremos al perro de pie pegado a nosotros, y rodeando su pecho con nuestros brazos buscaremos la parte baja y central de sus costillas, en lo que también llamamos la boca del estómago. Pondremos un puño sobre sus costillas si el perro es grande, o 3/4 dedos si el perro es pequeño. Con la otra mano, haremos presiones sobre nuestro puño o dedos. Las presiones deben ser firmes y fuertes, pero con cuidado de no romper ninguna costilla a nuestro perro. Tras un par de presiones, vuelve a buscar en su boca por si el objeto ha salido. Intentaremos cogerlo si tenemos acceso. Si no, continúa con dos o tres presiones más y vuelve a revisar su boca. Una vez el objeto haya salido, comprueba que tu perro respira con normalidad. Si no es así, aplica un par de insuflaciones (verás más abajo cómo hacerlas) con mucho cuidado ya que tu perro podría morderte. Es un acto reflejo de defensa tras volver a la normalidad.
Cómo buscar el pulso a un perro
En caso de accidente grave, si ya hemos confirmado que nuestro perro no respira, debemos averiguar si el perro tiene pulso. Para ello, con el perro tumbado de lado, buscaremos en la cara interna de su pierna la arteria femoral.
RCP en perros. (Reanimación Cardiopulmonar)
ÚNICAMENTE podremos realizar una RCP a nuestro perro si éste no respira ni tiene pulso.
Lo primero que debemos hacer es tumbar a nuestro perro sobre su costado derecho, y estirar de su lengua dejándola lo más al exterior posible, hacia un lado. Con esto evitaremos un posible atragantamiento. Cerraremos su boca con nuestra mano, e incluso, por seguridad, podemos improvisar un bozal alrededor de su morro con alguna prenda o pañuelo, dejando libre su nariz y boca que es por donde le daremos respiración artificial.
En perros pequeños rodearemos con nuestra boca su nariz y boca, y en perros grandes lo haremos sólo a través de su nariz. Daremos una insuflación amplia, como si estuviésemos inflando un globo. Tenemos que notar cómo su pecho se infla notablemente. Se recomienda hacer 2 ó 3 insuflaciones y comprobar el pulso y la respiración antes de comenzar con las compresiones torácicas. Si todavía no hay signos vitales, entonces aplicaremos de 5 a 10 comprensiones según el tamaño del perro. Estas compresiones deben ser firmes y rápidas, con la parte baja de nuestra mano ayudándonos con nuestra otra mano entrelazada, y con nuestros brazos completamente rectos. Aplicaremos más o menos presión en función del peso de nuestro perro. Tras cada 5-10 compresiones torácicas volveremos a aplicar una insuflación. Debes intentar esto durante 20 minutos e ir comprobando cada uno o dos minutos su pulso y su respiración.
Sabemos que es difícil tomar la decisión de realizar estas técnicas a tu perro, sobretodo si estamos nerviosos y no tenemos conocimientos previos. Pero si no tienes un veterinario cerca y la situación es realmente grave, cualquier cosa que hagas por intentar salvarle la vida a tu mejor amigo puede marcar una gran diferencia.
Como resumen, hemos encontrado esta infografía que nos parece muy interesante y refleja muy bien qué hacer en caso de emergencia. No dudes en imprimirla y tenerla en casa.
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