La epilepsia es una enfermedad hereditaria que sufren una gran cantidad de perros de múltiples razas como el Pastor Alemán o el Caniche. Aun así, y gracias a todos los avances científicos de los últimos años, estos perros pueden llevar una vida prácticamente normal. Lee este artículo donde te explicamos las nociones básicas sobre la epilepsia y sobre cómo actuar y qué hacer con un perro que tiene epilepsia.
Epilepsia en perros:
La epilepsia en perros es una enfermedad en la cual los animales repiten de manera recurrente ataques epilépticos también conocidos como convulsiones. Para saber qué hacer con un perro que tiene epilepsia, primero de todo deberéis entender que son los ataques convulsivos, sus fases y sus posibles causas.
Ataque epiléptico o convulsión:
El ataque epiléptico consiste en un suceso transitorio el cual se caracteriza por una alteración de la función cerebral debido a que existe una actividad eléctrica excesiva de las neuronas que forman la corteza cerebral. Es decir, debido a una sobreestimulación de las neuronas cerebrales el cerebro se colapsa y es incapaz de realizar correctamente sus funciones.
La convulsión se caracteriza por darse de manera involuntaria, estereotipada (que siempre se da de la misma manera) y autolimitante (que finaliza por sí sola).
Fases de una convulsión:
Para poder actuar lo más rápido posible ante un ataque epiléptico es necesario conocer las diferentes fases de este y cómo se desarrolla en el tiempo.
Un ataque convulsivo consta de 4 fases bien diferenciadas:
1a. Pródromo:
Esta fase no forma parte del ataque en sí, se trata de una fase previa al ataque epiléptico y que tiene una duración muy variable ya que puede durar desde horas hasta días.
Durante esta fase, se puede observar un comportamiento extraño por parte del animal. Algunas de estas conductas pueden ser la intranquilidad del animal o la búsqueda exagerada y constante del propietario.
2a. Aura:
Es el periodo que se da minutos o pocas horas antes del ataque y en el que el perro empieza a presentar síntomas como la inquietud y la búsqueda del propietario que hemos comentado anteriormente, y otras como vómitos, lamido o salivación excesiva, etc.
3a. Ictus:
Consiste en el ataque en sí y dura pocos minutos.Se puede dar de una manera más o menos exagerada en función del nivel de afectación de la corteza cerebral. Durante esta fase veremos que el animal presenta pérdida de la conciencia, empieza a realizar movimientos repetitivos de todo el cuerpo como el “pedaleo” de las extremidades, presenta salivación excesiva y puede darse la relajación de esfínteres provocando que el animal orine durante el ataque.
4a. Post-ictus:
Se trata de las diferentes alteraciones que presenta el perro después del ataque y tienen una duración muy variable (desde segundos hasta días). Puede verse al animal presentar pérdidas de equilibrio, desorientación, debilidad, somnolencia, ceguera, etc.
Es muy práctico que el propio propietario pueda ser capaz de identificar estas fases y diferenciarlas por sí mismo para saber qué hacer con un perro que tiene epilepsia y presenta uno de estos síntomas nombrados, y poder actuar de la manera más eficaz posible frente ellos.
Causas de epilepsia en perros
Las causas de convulsiones en perros se pueden dividir en 3 grupos según si se trata de un problema primario, secundario o bien no se conoce su causa.
- Causas primarias: se trata de un problema que actúa directamente en la corteza cerebral provocando la estimulación de las neuronas que la forman. Un ejemplo podría ser un tumor cerebral o bien un traumatismo craneal.
- Causas secundarias: son ataques que se dan como consecuencia de problemas metabólicos, es decir que influyen indirectamente en la función cerebral. Un ejemplo podría ser un problema renal o hepático.
- Causas idiopáticas: son aquellos ataques que se presentan sin que se pueda determinar una causa concreta.
¿Qué hacer con un perro que convulsiona?
Conociendo ya que és una convulsión, sus fases y las posibles causas, procederemos a explicar qué hacer con un perro que tiene epilepsia en su día a día y en caso de presentar un ataque eipléptico.
Qué hacer para “prevenir” los ataques
Cómo ya hemos dicho en la introducción hay que tener unas pautas básicas de actuación en caso de convivir con un perro que tiene epilepsia para prevenir los ataques en la medida de lo posible.
Ya conocemos que las convulsiones son una excitación neuronal exagerada, es por eso que, con el tratamiento y la prevención, lo que queremos es que estas neuronas no sobrepasen el umbral de excitación, es decir, que no se estimulen en exceso como para que se desarrolle una convulsión. Por tanto, uno de los aspectos para tener un buen manejo del perro epiléptico es tener en cuenta los siguientes consideraciones:
- Conocer de forma clara las pautas de medicación que han sido pautadas por nuestro veterinario e ir haciendo controles veterinarios periódicos para comprobar que el fármaco está haciendo efecto y que la dosis administrada es la correcta.
Los fármacos que más se utilizan para el tratamiento crónico de la epilepsia en perros son barbitúricos los cuales presentan muy buenos resultados y permiten a nuestras mascotas realizar una vida prácticamente normal.
- Para evitar la excitación neuronal, lo más adecuado es mantener un ambiente tranquilo para el animal, sin ruidos fuertes, evitar las luces deslumbrantes, cosas que puedan poner nervioso al perro, etc.
- Por último, conocer las diferentes fases previas al ataque epileptico es básico para adelantarnos al ataque y llevarlo al veterinario antes de que le llegue a dar la convulsión.
¿Qué hacer en caso de convulsión?
Ante una convulsión, el propietario debe:
- Primero de todo mantener la calma, ya que, como ya hemos explicado, la fase de ictus no suele durar más de unos minutos y es autolimitante, por lo que la convulsión acaba finalizando por sí sola y el perro vuelve a su estado normal.
- Evitar que el animal sufra algún daño colocando al perro en una superficie segura y blanda por tal de que no se caiga o se golpee con algún objeto.
- ¡Cuidado! Tu también podrías sufrir algún daño, ¡No manipules la zona de la boca de tu animal! ya que puede ser que, debido a los movimiento involuntarios que se dan durante la convulsión, el perro te muerda de manera accidental.
- Por último, pero no menos importante, llamar a su veterinario o incluso visitarlo si los ataques se dan de forma reiterada en el tiempo.
- Si su perro ya ha sido visitado anteriormente por un veterinario y se le ha pautado una medicación concreta para los ataques convulsivos, dar la medicación a tu animal ayudará a parar los ataques. En caso de duda llama a tu clínica habitual, ¡seguro que la auxiliar técnica veterinaria te explica de manera clara y concisa la pauta de medicación y te recuerda todos estos consejos!
Después del ataque, en el post-ictus, el animal está especialmente sensible y vulnerable por lo que cualquier tipo de sobreestimulación puede desencadenar otra serie de ataques. Por ello, se recomienda que el animal esté en un ambiente relajado y tranquilo, evitar ruidos fuertes, mantenerlo en una zona con poca intensidad de luz, etc.
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