“Dejamos a Loles con Jorge a las 19 porque, dijo, tenía que ir a Cádiz y cuando la recogimos, a las 23:30, tuvimos que esperar 50 min a que llegase porque también estaba en Cádiz, mientras la perra estaba sola y lloraba desde el balcón porque nos oía. Fue bastante angustiante y, creo, uno no paga un servicio se cuidador para que la perra esté sola la mayor parte del tiempo”