Una de las peores pesadillas que pueden convertirse en realidad es darte cuenta de que tienes alergia a tu perro. ¿Crees que te puede estar sucediendo? Si tienes alguna sospecha de ser alérgico, por mínima que sea, ahórrate días de estornudos, picores y lagrimeo acudiendo a tu médico para conseguir un diagnóstico fiable.
Antes de nada, tienes que tener claro que realmente no tienes alergia al animal, sino a los alérgenos que se encuentran sobre todo en su saliva, la caspa de su pelo o su orina.
Con suerte, puede que sólo sean unos días malos o algún otro tipo de reacción, pero si se confirma que es alergia, aquí tienes una serie de consejos que te ayudarán en el día a día para llevar mejor la situación.
Limpia a conciencia diariamente para evitar la alergia
Será muy importante que mantengas tu casa impoluta, y así podrás evitar que cualquier rincón de tu hogar pueda darte problemas de alergia. A ser posible, intenta que otra persona realice estas labores, no es muy recomendable hacerlo tú mismo porque puedes sufrir igual que si estuvieses en contacto directo con tu perro.
No juegues en exceso con tu perro (o por lo menos inténtalo)
Sabemos que los perros son adorables y es una de nuestras debilidades jugar con ellos pero, siendo alérgico, definitivamente no es una buena idea. Es obvio que el contacto con el perro provocará una reacción y, por otro lado, si se altera, se moverá por toda la casa y hará que se llene de pelos. Si os queréis demasiado y no puedes evitarlo, aprovecha para salir a pasear a parques o espacios abiertos al aire libre. Deja que corra, se divierta y se canse para que esté más tranquilo al volver a casa. A pesar de ello, siempre que le toques, trata de lavarte las manos inmediatamente.
Evita muebles que puedan retener el polvo y la caspa del perro que provoca la alergia
Intenta, en la medida de lo posible, mantener tu casa libre de alfombras y cortinas que puedan retener la caspa que suelta tu perro. Sería conveniente que pudieses usar estores enrollables.
Baña y cepilla a tu perro
Igual que antes, te recomendamos que si puedes hacerlo fuera de casa, lo hagas. Si no es posible, intenta que otra persona lo haga por ti y que lo haga con relativa frecuencia, todo según las necesidades de cada uno. Consulta a tu veterinario sobre champús que puedan ayudarte para evitar la caída de caspa. Para que sea más sencillo, aquí tienes algunos consejos para bañar a tu perro.
Mantén a tu perro lejos de la habitación
Una persona alérgica pasa una buena parte del tiempo que está en casa en su habitación, por lo que es necesario que los perros no entren y lo dejen todo lleno de alérgenos. Además, puede servirte en caso de crisis como refugio para controlar el brote.
No dejes que tu perro suba al sofá o los sillones
Trata de adiestrarlo para que utilice su colchón y no suba a los sofás. Te será muy útil también utilizar sábanas, toallas o algún elemento con el que cubrir los sillones para sacudirlo, por si tu perro es un rebelde y decide subirse cuando no estás en casa.
Purifica el aire
Utiliza un purificador o filtros de aire que te ayuden a mantener un ambiente fresco, prevenir alergias y que además proporcionará a tu casa una calidad del aire mucho mayor. Para ello, también ayudará que ventiles tu casa siempre que puedas, y si es por la mañana, mejor.
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