5 Consejos para la convivencia entre perros y gatos

¿Tienes un perro en casa y te estás planteando adoptar un gato? Entonces, seguramente te estés preguntando si los gatos y los perros pueden convivir juntos. Y es que, a pesar de ser animales muy sociables, son especies de muy distinta naturaleza y con necesidades muy diferentes. ¿Es cierto el mito de llevarse como el perro y el gato?

Aunque muchas personas creen que la convivencia de perros y gatos es imposible, lo cierto es que ambos pueden llegar a vivir juntos  sin problema e incluso forjar una bonita relación. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los gatos son animales muy territoriales y que el hecho de que decidan compartir su territorio dependerá de su carácter, su edad, su procedencia, las experiencias previas y la disponibilidad de espacio y alimento.

Lo cierto es que tener a un gato y un perro juntos es más fácil si se crían juntos, es decir, desde que son cachorros. Y es que los cachorros, sobre todo hasta las 6 semanas en el gato y hasta las 12 semanas en los perros, están más abiertos a nuevas experiencias y tienen una mejor capacidad de adaptación. 

No obstante, esto no quiere decir que la convivencia de perros y gatos no sea posible cuando ya son mayores. Eso sí, para ello, es importante tener en cuenta algunos consejos.

1. Respetar la organización de cada especie 

Generalmente, los perros viven en manadas mediante una jerarquía establecida. En cambio, los gatos suelen ser animales solitarios y muy territoriales, lo que puede dar pie a ciertos conflictos en la convivencia con perros. Esto quiere decir que es muy importante respetar la jerarquía de una especie y otra sin intervenir continuamente o corregir actitudes que nos parezcan negativas, ya que ellos mismos se organizarán.

2. Preséntalos correctamente

Como decíamos, la convivencia con gatos es más fácil cuando se conocen desde pequeños. Y si ya son adultos y han socializado con otros perros o gatos, no habrá mucho problema. Pero incluso si son muy territoriales y tienen muy desarrollado el instinto de caza, sólo hay que tener un poco de paciencia y dedicar tiempo para que se adapten. No obstante, bajo ningún concepto los obligues a acercarse. Dales su tiempo y espacio. Puede que no lleguen a ser amigos, pero aprenderán a adaptarse y a vivir en armonía.

3. Dales de comer en distintas zonas

Hay que tener en cuenta que tanto los perros como los gatos son animales depredadores, por lo que es muy fácil que alguna vez se peleen por la comida. Para evitarlo, lo mejor es darles de comer por separado, reservando una zona concreta para cada uno de ellos. Y no permitas que uno le quite la comida al otro. Si finalmente se llevan bien, con el tiempo no necesitarás separarlos. Hay muchos perros y gatos conviviendo juntos que terminan llevándose fenomenal.

4. Ten paciencia y no los castigues

Aunque perros y gatos pueden convivir en armonía, no es algo que se logra en un día. Es bastante probable que hasta que se acostumbren el uno al otro surjan conflictos. En estas situaciones, no debes castigarlos, sino separarlos momentáneamente hasta que se tranquilicen. Algunos animales pueden tardar más que otros, por lo que es importante armarse de paciencia.

5. ¿Y si vas a dejar a tu perro con un cuidador que tiene un gato como mascota?

Si te marchas de vacaciones o tienes un viaje de trabajo y necesitas contratar los servicios de un cuidador para tu perro, es normal que te informes de si tu mascota estará sola o con otros animales. Y es que, a veces, el propio cuidador tiene un gato, por ejemplo. 

En estos casos, no suele haber mucho problema por tener al gato y al perro juntos, ya que, estos gatos suelen estar acostumbrados a la presencia de otros animales, sobre todo si el cuidador suele realizar este tipo de trabajo con frecuencia. No obstante, dependerá mucho del carácter de ambos.Por eso, si quieres quedarte tranquilo, siempre es recomendable que antes de dejarlo unos días, se realicen las presentaciones y pasen algunas horas juntos para ver cómo se llevan y valorar si la convivencia es posible.