Como buenos propietarios de perros, nos encanta pasar todo el tiempo que podamos con nuestros peludos. Para ellos es lo mismo, puede llover, hacer frío o incluso nevar, con tal de estar a nuestro lado están encantados. ¿Te encanta la montaña, estás planeando un viaje para ir a esquiar con tu perro y quieres saber cómo organizarlo todo? ¡Este post es para ti!
Si tienes la suerte de poder llevarte a tu perro de viaje, esta escapadita reforzará vuestra complicidad. Pero irse de viaje a la nieve no se improvisa, y mucho menos con perro. Es importante conocer de antemano elementos tan importantes como la duración de la estancia, la manera que los pequeños cambios de rutina podrán afectar a nuestro perro y su tolerancia al frío, entre otras cosas.
Dependiendo de las actividades que queramos llevar a cabo, unas “vacaciones de invierno en la nieve” pueden rápidamente alejarse del concepto de la palabra “vacaciones”. No todos los perros tienen las condiciones físicas para poder seguirte por la montaña o aguantar las bajas temperaturas. Si tu perro está más acostumbrado a estar tumbado en el sofá, en el calor de tu hogar, el contraste le podrá parecer bastante sorprendente. Quizás sea preferible limitar la estancia a pocos días y adaptar las actividades a las capacidades de cada uno. La opción del cuidador de perros también se puede contemplar. Mientras bajas a toda velocidad las pistas recubiertas de nieve, tu perro podrá esperarte tranquilamente en casa de su cuidador.
Alojamiento para ir a esquiar con tu perro
Seguramente el alojamiento sea el primer punto que tendrás que organizar para ir a esquiar con tu perro. Es importante encontrar un sitio “dog friendly” y asegurarte bien de antemano que no habrá problema con que acudas con tu perro. Algunas páginas web marcan esta opción pero una vez que llegas ahí, el discurso es otro. Te recomendamos que llames directamente por teléfono para plantear la pregunta claramente. Tardarás unos minutos pero es preferible a tener que buscar otro sitio una vez estés ahí y te hayan denegado el acceso por la presencia de tu perro.
Actividades y consejos para ir a esquiar con tu perro
- Si vas a hacer esquí alpino, el más practicado, debes recordar que los perros no están autorizados a entrar en las pistas. Lo contrario podría llegar a ser muy peligroso tanto para los perros como para los humanos.
- Algunas estaciones permiten acceder con perros en la parte baja de las pistas, donde se pueden usar trineos y dar paseos.
- El esquí de fondo es más accesible para ir acompañado con un perro. Algunas estaciones ofrecen guías para recorrer las mejores rutas con tu mejor amigo.
- No todos los perros pueden participar en actividades físicas extremas como puede ser una caminata por la nieve. Si tu perro no está acostumbrado a hacer deporte o soporta mal el frío, será mejor que no le impongas esto. Puedes pedir consejos a tu veterinario antes de preparar el viaje, para que haga una revisión completa a tu perro y te diga en qué tipo de actividades puede participar.
- Si tu perro no viene “de fábrica” con un espeso abrigo de pelo, será mejor que compres un abrigo para él. En la montaña el mercurio puede llegar a bajar muchísimo, y según su raza, tipo de pelo, tamaño y estado de salud, tu perro podría pasar frío. Después de cada salida en la nieve es importante que lo seques bien con una toalla.
- No te olvides de sus almohadillas. El contacto con la nieve podría llegar a producir irritaciones o quemaduras. Antes de salir, puedes proteger sus almohadillas con un bálsamo especial o con vaselina.
- Aunque pueda parecer que los protectores solares son propios del verano, ¡no debemos olvidarnos de ellos en la montaña! Ahí arriba el sol pega y muy fuerte, tantos perros como humanos deberán proteger su piel y sus ojos (por la radiación solar reflejada en la nieve). Por eso será preferible evitar salir en las horas de más radiación solar. Existen incluso protectores solares para animales.
- Si vas a dejar a tu perro solo en el alojamiento mientras sales a esquiar, acuérdate que tu “casa de vacaciones” no es su casa habitual. Cuando se deja a un perro solo en un lugar desconocido su conducta puede cambiar, puede sufrir por tu ausencia y estresarse. Para ayudarle puedes llevarte algunos objetos familiares para él como sus juguetes, su cama o alguna manta, que le ayudarán a calmarse. También puedes paliar su soledad con la compañía de un cuidador de perros que estará encantado de pasar tiempo con él mientras te conviertes en la reina o el rey de las pistas.
Viajar en coche
El coche suele ser el modo de transporte más cómodo para los perros. Se pueden tumbar cómodamente, ya sea en un transportín adaptado o en la parte trasera del vehículo. Pueden viajar en los asientos traseros o en el maletero, siempre que estos estén equipados del material de seguridad adaptado (arnés, cinturón, verja por ejemplo).
Desaconsejamos viajar con el perro tumbado simplemente a los pies de los asientos, sin ninguna medida de seguridad. En caso de accidente, el impacto podría tener graves consecuencias tanto para él como para el resto de ocupantes del coche.
Si el trayecto va a durar varias horas, las reglas son las mismas que para los pasajeros humanos. Haremos descansos cada dos horas para que pueda estirar un poco las patas, hacer sus necesidades y beber agua. En cuanto a la comida, es mejor no dar de comer al perro durante el viaje o justo antes de salir, para evitar posibles vómitos. Si el perro se marea en coche, será mejor darle de comer una vez llegado al destino, e ir preparándole con trayectos cortos antes del gran día.
Viajar en avión o en tren
Si para acudir a la montaña tienes que coger un avión o tren, te recomendamos que busques un cuidador para tu perro en tu zona de origen y le evites este viaje. En tren por ejemplo, solamente pueden viajar perros de tamaño pequeño, metidos en una bolsa de transporte. En avión, según su peso, algunos perros podrán viajar en cabina (en bolsa o transportín) y otros tendrán que ir en la bodega en una jaula. Son condiciones de viaje muy desagradables para un perro y para unos días no merece la pena molestarle.
De manera general
Si viajáis dentro de la Unión Europea, tu perro necesitará tener su documentación al día, eso incluye un pasaporte europeo donde sale reflejado su número de chip. Sus vacunas también deben estar al día, especialmente la de la rabia. Otro punto a tener en cuenta es la desparasitación, algunas zonas tienen parásitos que no existen en nuestra zona de residencia pero que si estarán en el lugar donde vas a acudir y es importante que por eso este protegido. Bien es cierto que estas situaciones se darán más en verano que en invierno, pero más vale prevenir que curar.
Si vas a comprar un transportín, ten en cuanta que debe medir 5 cm más que la altura del perro, y 10 cm más que su largo, para que pueda darse la vuelta sin problema y pueda tumbarse cómodamente. En el interior puedes colocar una manta o una toalla de casa, para que tenga tu olor y ayude a tu perro a tranquilizarse.
Finalmente, ten en cuenta que los cambios de dieta pueden producir molestias gástricas en los perros. Es mejor que te lleves en una bolsa la cantidad suficiente de su comida habitual para toda la estancia, o que busques información sobre el punto de venta más cercano de esta marca en concreto en tu destino de vacaciones.
Con todas estas recomendaciones en mente, ¡ha llegado la hora de hacer la maleta! Esperamos que disfrutéis de esta escapadita, y si lo tuyo es más bien disfrutar de la montaña y la naturaleza fuera de las temporadas de nieve, no te pierdas nuestro post con rutas de senderismo para hacer con tu perro.
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