La llegada de la primavera significa el inicio de las alergias y no solo en nosotros los humanos, sino que la alergia en perros, aunque menos conocida, es también bastante común.
Por eso, queremos darte algunos consejos sobre cómo abordar la alergia en perros. Y así ponéroslo más fácil a ti y a tu mejor amigo si padece alergia estacional u otro tipo de alergia.
¡Ojo! Si crees que la alergia en perros no es de tu incumbencia porque tu perro no la padece, sigue leyendo por si las moscas. ¿Sabes que la gran mayoría de propietarios de perros es desconocedor de que su perro padece una alergia ambiental o alimenticia?
Tipos de alergia en perros
En primer lugar, vamos a diferenciar entre tipos de alergia en perros. Quizá observas una reacción anómala en tu perro y te planteas que pueda ser alérgico a algo. Pero, ¿a qué? No es lo mismo tener alergia al polen que a algún alimento que haya podido ingerir.
- Alergia ambiental o alérgenos externos. Es la que más nos debe preocupar con la llegada del buen tiempo, la primavera y el calor. Se trata de alergia a factores ambientales propios del entorno de nuestro perro. Tales como el polen, ácaros y polvo, algún insecto u hongo, pulgas, plantas o hierbas, perfumes o productos de limpieza, etc.
- Alergia alimenticia o alérgenos internos. Aparece tras la ingesta de algún producto o alimento. Las alergias alimenticias más comunes son prácticamente las mismas que en los humanos (¡si es que no somos tan distintos!): trigo y cebada, lactosa, proteína animal (pollo, ternera y buey), proteína vegetal (soja), huevo, etc.
Síntomas más comunes de la alergia en perros
Dicen que lo único que les falta a los perros es hablar. Nosotros creemos que, en realidad, son perfectos tal y como son. No obstante, es verdad que ellos no pueden decirnos cuándo se encuentran más flojos, les pica algo o tienen malestar. Por eso, debemos estar muy atentos ante posibles señales de alergia en perros. Las más comunes son:
- Picor, enrojecimiento o hinchazón de las extremidades, ojos u hocico. Puede enrojecerse la zona cercana a los ojos y orejas, las patas o las almohadillas, e hincharse las articulaciones y zonas de la cara, como los orejas y el hocico.
- Lamerse excesivamente las patas. Si ves que tu perro lame muy insistentemente alguna zona de su cuerpo como las patas y almohadillas, sospecha de alguna posible alergia.
- Estornudos, tos, falta de aire y secreción nasal. Especialmente relacionado con las alergias estacionales al polen, alergia a plantas o hierbas y al polvo, ácaros u hongos.
- Síntomas estomacales como diarrea o vómitos. Para aquellas alergias alimenticias que hemos comentado.
- Pérdida de pelaje. Puede ser parcial, provocando alguna calvicie, o de forma uniforme. En cualquier caso, si ves que tu perro está perdiendo más pelaje del habitual para la época del año (recuerda la muda necesaria que se produce en primavera), consúltalo con tu veterinario.
Cómo ayudar a mi perro si padece alguna alergia
Cualquier alergia en perros debe ser tratada según nos indique nuestro veterinario. No obstante, hay pautas que puedes tener en cuenta que ayudarán a tu perro a sentirse mejor si es alérgico:
- Mantén siempre limpio el ambiente. Lava su cama y sus cacharros a menudo, así como la correa, collar o arnés. No dejes que se acumule demasiado polvo en las zonas donde suele hacer vida tu perro.
- Especial atención a los paseos por zonas con abundante vegetación y charcas, ríos o pantanos en épocas de calor. Es donde se suelen concentrar las colonias de parásitos que pueden ‘atacar’ a tu perro si es alérgico, así como pulgas y garrapatas.
- Cepíllale periódicamente. En su pelo se quedan muchas sustancias externas que pueden afectar a su alergia. Cepillarle ayudará a eliminarlas y mantenerle limpio y ¡feliz!
- Sigue su cartilla de vacunación y revisiones periódicas con el veterinario y no olvides desparasitarle una vez cada 3-4 meses.
- Sigue una dieta equilibrada y un pienso o alimentación que se ajuste a sus necesidades. Si tu perro es alérgico, debes prestar especial atención su alimentación. Existen piensos hipoalergénicos con proteínas hidrolizadas y comida natural que puede ayudar a reducir los síntomas de la alergia que padece tu perro. Déjate aconsejar siempre por un profesional. ¡Es la salud de tu perro lo que está en juego!
Cómo se detectan las alergias en perros
¡Que no cunda el pánico! La alergia en perros no es más que una respuesta inmunológica de su organismo ante factores que considera peligrosos. Por lo tanto es un indicativo de que el sistema inmune de tu perro trabaja a las mil maravillas.
Visita a tu veterinario ante cualquier síntoma de los mencionados. Examinará a tu perro y, de creerlo oportuno, llevará a cabo un estudio para detectar posibles alérgenos a los que puede estar reaccionando su organismo.
Este estudio es muy similar al que se lleva a cabo en humanos y suele consistir básicamente en alguna de estas pruebas:
- Método de eliminación para alergias alimentarias. Consiste en eliminar de la dieta aquellos componentes sospechosos de causar la alergia. Suele hacerse ofreciendo durante un tiempo pienso hipoalergénico.
- Test intradérmico. Las famosas ‘pruebas de la alergia’, consistentes en administrar mediante una inyección en la piel del perro el posible elemento alérgeno y observar su reacción.
- Análisis de sangre. Con ellos se distinguirá qué anticuerpo está fabricando el organismo de nuestro perro, para así concluir qué alérgeno está causando esta respuesta.
La alergia en perros suele provocar malestar y decaimiento, lo que puede afectar a su bienestar y calidad de vida. Ahora que ya sabes todo esto, y siempre que sospeches de una posible alergia en tu perro, acude a tu veterinario para poder buscar las causas y empezar con el tratamiento adecuado.
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