Paseos felices, cuidados con amor!

Los perros son importantes para mí porque cuando los paseo o cuido, siento que estoy siendo parte de su felicidad. Ellos dependen de nosotros para moverse, explorar, jugar y sentir que alguien está ahí para ellos. Cada paseo es una oportunidad de conectar, de recibir ese cariño. Me hace sentir bien saber que estoy ayudando a que estén sanos y felices, y al mismo tiempo, ellos también me aportan esa tranquilidad y cariño que solo su compañía puede ofrecer. En primer lugar, si voy a cuidar a tu perro, me aseguraré de que se sienta como en casa. Le daré una bienvenida cálida, permitiéndole que explore y se sienta cómodo en el espacio. Seguidamente, intentaré seguir su rutina lo más fielmente posible: sacarlo a pasear según su horario habitual, alimentarlo con su comida preferida y a la hora que está acostumbrado. Siempre estaré atento a sus señales para saber si necesita algo más, ya sea más atención, juego o simplemente un rato tranquilo. Además, me aseguraré de que tenga tiempo de ejercicio y muchos mimos, para que no extrañe demasiado tu ausencia. He tenido varios perros de acogida: Bansky y Nanai. Ambos eran cachorros y había que adaptarse a sus circunstancias: darles medicamentos, llevarle al veterinario… Estuvieron con nosotros un mes y todos los días les intentábamos enseñar trucos para que fueran aprendiendo. Recibían mimos y cariños prácticamente a todas horas jijiji. Los perros dormirán en mi habitación y tendrán acceso a todas las habitaciones de la casa. Tenemos un patio común (vivimos en una urbanización) donde pueden jugar y correr. También, a unos 50 metros de casa, hay un parque donde se reúnen todos los perros vecinos y están allí durante horas. El lugar de diversión no será problema.