Cuidado con amor

Desde que mi perro Pancho llegó a mi vida, experimenté una conexión especial, una mezcla de lealtad, amor y alegría que solo los perros saben dar. Pancho, con su alegría desbordante y su nobleza, me enseñó lo que es el cariño incondicional. Perdí a Pancho en marzo, y desde entonces, su recuerdo ha quedado grabado en mi corazón. A través de este servicio, quiero brindar a otros perros el mismo amor y cuidado que él me inspiró. Cuidar perros no solo es mi manera de recordar a Pancho, sino también de honrar su memoria, compartiendo ese mismo amor con cada peludo que llega a mi vida. Le cuidaría exactamente como hace su dueño. En primer lugar conozco sus necesidades y hábitos, luego creo un espacio seguro donde pueda sentirse cómodo y por último le daría el amor y el cariño necesarios para que se sientan como en casa. Mi disponibilidad es por las tardes, y los fines de semana también puedo por las mañanas. Como experiencia puedo decir que tuve a Pancho 14 años de vida, he crecido con él. Desde pequeño no le ha faltado de nada, fue un perro muy feliz. Sin embargo cuando ya era viejito tuvo una enfermedad en los riñones por lo que estuve cuidándolo dándole pastillas, papillas, pinchándole, etc. Los perros dormirán en una camita en el salón, no soy partidaria de que los perros duerman fuera en la terraza. Para pasearles hay un parque muy grande cerca de aquí donde podrán jugar, correr, saltar, etc.